El invierno es lo que tiene, frío. Las temperaturas bajan y los días se hacen cortos. Para todos menos para aquellos que viven en Jamaica, con su buen rollito. Pues eso. Los ánimos se nublan bastante y hay pocas ganas de hacer nada. En el ámbito deportivo, el número de eventos suele reducirse bastante, con el tenis de exhibición, la liga de vacaciones y los motores parados. Poco más nos queda que los deportes de invierno, esas extrañas competiciones iniciadas en la supervivencia, en las cuales una biatlón consiste en esquiar y disparar… tendría que hacerse sobre ciervos para cazar, pero la civilización nos ha llevado a hacerlo sobre dianas. Y algunos de estos deportistas hasta ganan pasta por congelarse los cascabeles a menos de -10 °C.
Por eso es bueno que llegue alguien como París Hilton a elevarnos la temperatura. Mira que la niña es consentida, mira que dice tonterías, mira que… como está. Que le pregunten a Cristiano Ronaldo, que con todo su aire hizo un ridículo espantoso por intentarse acercar demasiado a esta hembra. Que le pregunten a Maverick Viñales, el pobre casi se luxa el cuello y no puede iniciar la pretemporada por lesión. Yo, como aficionado al... motociclismo, no puedo más que alegrarme. Sólo hay que ver toda la expectación que ha generado para un pequeño equipo de 125cc, en un momento en el que la categoría está a punto de desaparecer y el panorama económico no podía ser peor. Eso es marketing y no lo de la Coca Cola. Con tanto glamour, parecía casi Fórmula 1. Bueno, ya quisiera Alonso una jefa de equipo así y no a Domenicali.
Y la verdad es que el mundial de motos, en contra de lo que puede parecer, no está en su mejor momento. Sí, es cierto que los españoles han ganado las tres categorías y los respectivos subcampeonatos. Pero, ¿eso es un Campeonato del Mundo? Cuando 4 pruebas se disputan en España y una quinta en Portugal. El mundial de MotoGP contará esta temporada posiblemente con sólo 18 motos, cuatro de ellas pilotadas por españoles. Hace falta un poco más de variedad para incrementar la audiencia en Europa y en el mundo. No sé yo hasta qué punto Paris Hilton hará subir la audiencia, pero de primeras ha conseguido aumentar la temperatura. Sólo falta que vengan más, aunque no sé yo si habrá muchas así, y que los cambios introducidos por Dorna en la categoría reina para 2012, con los nuevos motores de 1000cc, den buenos resultados y la parrilla crezca. Más ruido y temperatura.
En cambio, no todo el mundo está dispuesto a mejorar la climatología y a ser bueno para recibir sus regalos de Navidad. El pequeño Mourinho ha desatado una tempestad en el Real Madrid y no deja de hacer viento y llover. Todo el mundo tiene al portugués entre cejas por su desatino y sus malas formas últimamente. Mira que he seguido al Special One desde que llegó a Inglaterra, principalmente porque fue cuando yo también aterricé allí. Siempre me ha gustado su elocuencia, su capacidad para desafiar inteligentemente las opiniones de los demás y de decir las cosas claramente sin rodeos. Desde luego, siempre me simpatizó más que un Jorge Valdano, quién me parece tan correcto en las formas, como vacío en el contenido.
Sin embargo, la última tormenta dialéctica dirigida al argentino me ha parecido demasiado. El peor rasgo de la personalidad de José es caer en el victimismo fácil y desmesurado. La lista de los errores arbitrales ha sido otro show. Todo el mundo respeta su capacidad táctica y motivadora, pero si no cambia de actitud su periodo en el club puede ser tan corto como el de sus predecesores. El Madrid es el club más grande del siglo XX, pero se ha encontrado con el mejor Barcelona de la historia. Aun así, el luso podría derrotarlo si se centra, como ya hizo con el Inter. En cambio, si continúa llorando y además pierde, no sabemos que excusa puede encontrar Florentino para mantenerlo. Vamos Mou, entierra ya a Mr. Hide y clarea el ambiente. Lo mejor para un buen clima navideño.
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